sábado, 18 de diciembre de 2010

el misterio de los ombligos

Pelgate a la hendidura que dibuja mi párpado mientras estudio la tierra, hacemos de cuenta que es ella nuestro objeto pero no, en realidad estamos abocados al misterio de los ombligos. creo haber atrapado in fraganti a mi ombligo regocijandose al expandir sus brazos hacia los costados unos cuarenta grados, no más,  mientras vos apoyabas tu boca sobre mi nuca. que manía más tierna esa de olfatearme la nuca como un coker. será que a él  le da cosquillas porque ahora se acurruca. mirá que sonzo. parece como si le guiñara el ojo a alguien. como si no estuviera solo. yo me pregunto ¿no será que tenemos ombligos en otras partes del cuerpo?, ¿o es que acaso es patrimonio de los caracoles llevar ombligos sobre la espalda por ejemplo? sería lindo pensar que mientras uno está distraido comiendo pastafrola o escribiendo una nota para poner en la heladera todos los ombligos de tu cuerpo están de reunión tramando formas distintas de atrapar gotitas de agua, cambiandole el color a las nubes o clasificando en subcategorías, distintas especies de pelusas. y entre una textura y otra, entre una musculosa y un pulover, los ombligos se las ingenian para pasar desapercibidos y reunirse, no sé como pero. qué gran misterio. además deben aprovechar que los subestimamos ¿quién va a creer que ellos sean capaces de tramar estrategias contra el calentamiento global de las células, la redistribución de los cabellos en todo el cuerpo o el desarrollo sustentable de las cinturas acorde a la nomenclatura ósea?. los ombligos siempre tuvieron mala prensa. ya desde recién nacidos los dejaron medio deformes despegándolos de sus placentas de un tijeretazo nomás sin previa consulta ni nada.¿quién va a otorgarles a los ombligos otra función que la de albergar la mugrecita que ronda despistada por el aire?, ¿acaso no serán los ombligos los que en realidad absorven toda la responsabilidad de la inflación?¿qué posicionamiento tendrán los ombligos en la eterna disputa barriga-cinturón y en el desentendimiento de las cláusulas contractuales que alguno de ellos ejerce? (no quiero por si acaso tomar partido por alguna de las partes sin conocimiento de pruebas). yo te invito, vos te estirás en la línea vertical que entre la fina dermis de mi párpado y la pestaña se forma, yo hago de cuenta que me miro las uñas de los pies (otro día voy a escribir sobre ellas) y con mucha cautela pispeamos para ahí adentro, a ver que se trae entre manos esa cosa llamada ombligo, pero disimulemos que sino después nos acusan de ser egocéntrícos.

viernes, 3 de diciembre de 2010

empacho

la reiteración
en mi cabeza
tucucu tucucu.

una foto sin color
de ese niño de piel ajada
tersa como papel secante
de pelos pegajosos
como crines
de ojos como imanes
lechuzas encendidas
lágrimas viejas
sentadito
adentro del carrito
jugando a las escondidas conmigo
entre los cartones.

se ríe
acaso no sabe
acaso a que sabe
su mundo

y yo acá adentro de este envase epitelial
hidratado brillante
envuelta calentita apretadita
escribiéndole una poesía berreta
que asco este dolor a mundo oloriento

mierda.

sábado, 13 de noviembre de 2010

only things

quiero escribir un poema que sea como una sopa caliente. que humee y haya que sorber. quiero pararme sobre mi pila de problemas, mojarme el dedo meñique de saliva y despeinarle las cejas a la luna. quiero pintarle de rojo las uñas. quiero vestirla de noche. soplarle el rouge de las mejillas, decirle estás lista. quiero morder la pelusa, pero morderla y sentir que los dientes no se me quiebran. quiero seguir el trayecto del café adentro de mi estómago, en que recoveco se convierte en otra cosa que no es café. quiero trazar un mapa de mis pulmones, quiero bordear al aire cuando pasa por la laringe, quiero detenerlo antes de llenar mi diafragma quiero cantar. si, quiero cantar con una cañita de bambú entre las piernas, quiero toser mientras canto y escupir un pedazo de limón enhebrado en un fa. quiero engancharme el can can en un tobogán y volver llorando a mi casa con rosetas en las rodillas coloradas. quiero decirle a mi mamá mañana no quiero ir al colegio y que ella me deje faltar y ver los dibujitos todo el día. quiero mi remera vieja de los redondos. quiero dormir con ella esta noche. quiero mancharla con fernet y acostarme a las siete de la mañana con la remera puesta. quiero rescatar todas las cartas de amor que arrojé a la basura, porque tenía diecisiete años y creía que las sensaciones eran eternas.quiero llamar por teléfono a la vecina más cascarrabia y ponerle en el tubo una canción de Tom Waits. quiero que afuera el tacho de basura no sea una promesa de una cena para nadie. quiero jugar a Mario Bross y que el game over sea después de las trescientas vidas. quiero sacarme un tres en química. quiero polvo de estrellas sobre mi cama. burbujas en el baño. chicles rosa fosforecentes en todos mis bolsillos. quiero una bicicleta roaja con canasto. un cacho de infancia. un desayuno con Melba de chocolate. quiero tirar las naranjas contra la heladera con mi hermana y competir a quien la tira más alto. quiero un vestido de mi abuela. quiero los peluches que cosía con su máquina. porque eran hermosos y nunca se lo dije. quiero un café con leche por la mitad en mi taza azul con la nariz abultada. quiero el único libro que el me dedicó y que yo perdí. quiero el libro del conejo que sabía pensar. quiero el gorro de lana que me compré en La Paz. quiero un bombón relleno de coco. una foto vieja de mis primeras vacaciones en la playa. mi par de zapatos viejos y rojos. quiero un collar con el símbolo de la paz. un saquito de té de jazmín. quiero un perro labrador que me espere cuando llego de noche a mi casa. una etiqueta de Parliament. un jardín de amapolas. aprender a tocar el bandonéon. quiero una nube con forma de cangrejo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

. . .

Soy una mujer adentro de un monte
y ese accidente no me ignorará nunca
soy una mujer con un cuerpo desmontable.

viernes, 8 de octubre de 2010

obesa

adentro de mi estómago hay una muñeca azul de felpa que repite incesantemente una canción de cuna. La tararea unas veces de rodillas frente al limonero y otras veces de puntillas en la azotea, inclinándose para abajo con todo el puño de la mano adentro de la boca.
adentro de mi estómago hay cofres con arena, arena del desierto de Atacama, arena del desierto de Gobi y arena de la playa de Monte Hermoso. Entre ellas se distinguen por el olor, la arena del desierto de Atacama huele a calabaza frita, la del desierto de Gobi huele a niño quemado y la del desierto de Monte Hermoso huele a lana de oveja recién esquilada.
adentro de mi estómago hay una fila de cuatro soldaditos de papel maché a pila, uno tiene en la cara pegada una goma de mascar, otro es considerablemente más elegante que los otros y tiene un bonete de San Martín azul, el tercero lleva pantalones cortos color amarillo con botones floreados y el cuarto no sé sabe si es mujer u hombre porque tiene la bragueta abultada pero la boca pintada de rojo carmín.
adentro de mi estómago hay una bandera de Escocia medio chamuscada con una estrellita dorada en el extremo derecho, alguna vez debe haber sido una calcomanía porque está bastante pegajosa.
adentro de mi estómago hay lombrices rengas que se pasan los mediodías enteros tratando de montarse una encima de la otra y pretenden lamerse toda la arena de mi cofre pero cuando están por llegar a la del desierto de Gobi siempre es lunes y hay que ir a la revisación médica.
adentro de mi estómago hay un mapa de la ciudad de Reconquista con los burdeles marcados con un puntito de birome negra.
adentro de mi estómago hay una poesía de Vallejo escrita con tinta china, una caja de filtros de café y un paquetito de azúcar del café Montevideo.
adentro de mi estómago hay una negra con una canasta vacía de mazamorras que se ríe borracha y grita que ella es la madre de la patria y que Bolivar le hizo cuatro hijos mientras se cocinaba la masa para las mazamorras a horno moderado.
adentro de mi estómago hay una docena de hongos blancos a punto para poner en la sopa de camarones y una docena de uvas moscatel adentro de un rollo de papel higiénico mojado del año cincuenta y cinco.
adentro de mi estómago hay un león con el pelo carré teñido de los colores de la bandera gay. Tiene  un ticket de supermercado en la mano y exige a grito pelado que le devuelvan el dinero de la tintura.
adentro de mi estómago hay un vampiro con las muelas delanteras en una mano y el torno en la otra mano.
adentro de mi estómago hay un tulipán aterciopelado con una mosca zumbando adentro dándose contra las paredes de los pétalos. zzzzummm zzzzummm zzzzmmmm.
adentro de mi estómago hay un par de zapatos negros de taco fino número 36 con una etiqueta que dice: devolver antes del jueves a Mirta Espíndola.
adentro de mi estómago hay una plantita de albahaca enroscada en una maquinita de afeitar oxidada y hay un pelo blanco que dice ser el más viejo de todos los pelos del juglar.
adentro de mi estómago hay una enagua blanca y un relámpago parado en una nube con una 22 en la mano amenazando a cuanta gota se le acerque y dispuesto a todo para conquistar el reino de los cielos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

retrocede cinco casilleros para atrás

¿cómo puede la princesa borrar un arbolito tan frondoso y una hamaca dibujados con fibra indeleble en el espejo del baño sin que le tiemblen las muñecas? ¿cómo distribuir las baldosas en el barrio para que las tuyas tuyas y las mías mías y nunca más un pasito ni una gramilla ni detenerse ante la pirueta de una hoja seca en las que juntos? ¿cómo puede la princesa dejar de balbucear vení perímetro de mar, te perdono, sabes? yo igual te quiero. plegate acá. como un paragüitas de nylon mojado, acurrucate como una ranita bajo mi manga, quietecito, susurrame, soplame vientito a las venitas del cuello así. de a uno mis pelitos se van poniendo parejitos saludo militar ¿cómo la princesa no va a pintar de tus violetas los libros de domingos y la lluvia no maldecirla con tu recuerdo empapándole toda la corona?

chinchuda chinchuda chinchuda
te extraño lampazo marmota
te extraño purpurina amarillenta
te extraño cetáceo de palmípedo
con toda tu maleza y toda tu flaqueza sin tónica

¿cómo sino especular que podés estar escuchando "ya es hora de apagar la luz" ahora mismo? ¿y cómo seguir esperando tus versos deshilachados que siempre mencionan a la pacha? ¿cómo no ahocarse la princesa el flequillo con la soga del tendedero?
con tu pacífico deambular estrecho alto arrogante sabio de pájaros y auroras
¿o no te diste cuenta que cuando te tropezaste con el adoquín levantado la princesa te vió? ¿o no te diste cuenta que cuando volvías con esa doncella la princesa lloró?

microscópico pedazo de lápiz rojo
ampolla abultada
embustero de dulces
albóndiga de calabaza
conito de algodón blanco
basta basta basta no me expliques me escondo bajo mi frazada te pateo

los reyes magos sí existen.

te quiero tobogán de mandala
comarca toda cruda
de abajo a arriba
cactus pinchudo
ta-te ti y la suerte siempre se pone frente a ti
y ni un maní ni una almendra para mí

¿cómo va a volver la princesa sobre las canciones amuleto sin tararearte bis bis por completo? ¿cómo va a escabullirse la princesa frente a la travesía de tus guiños trillados de antología? ¿cómo no arrugársele las bombachas púrpura a la princesa con esa clase de miradas punzador? ¿cómo no va a invitarte la princesa un guisito de lentejas en invierno porotito garbanzo de manteca? ¿cómo cerrarte el cerrojo de la puertecita y decirte por este y aquel farol no te insinúes cascabelito es archisabido que la princesa padece una severa deficiencia emocional y auditiva?

te quiero valle de precordillera
cerro de siete colores en mi susurrador
conejos que nunca encuentro adentro de círculos blancos
soles cada día más nítidos
cuadernillos con especias y globos y fósforos y perlas
te quiero mamarracho de miga de pan francés

estoy chiflada si y obnibulada, me vuelvo pequeña como una arveja, mala jugadora, doy tres pasos
para atrás, retrocedo en flashback y ruedo uno a los peldaños que ya caminé
todos los demás barcos anclados me multan las risas
vociferantes los potes de silencio, crispando de bruces las certezas
cómo destrenzar a los dragones
de nuevo no tener apetitos
otra vez el treinta y tres bajo el brazo el postre sin el consomé
gritar piedra libre para todos mis deseos
y que disparen veloces para allá
que te vayan a piquetear
huelga de hambre a tus campitos sin alambre
con manguera de agua y todo
a lavarte con champú la cabeza
a hallanarte las eses y las témperas
que esto es un asalto
la princesa se queda con vos
otra vez a pegotearse como una mosca contra el vidriecito de tus ojos.

lunes, 6 de septiembre de 2010

de oficio

Quiero escribir sobre los huecos
espacios cóncavos alborotados de jugos y de aire sin motivos que quedan desplazados del resto
Quiero escribir sobre las repeticiones
los mismos cigarros al anochecer jaquecas insomnios olores resignaciones resfríos vueltas de llave dobleces de sacos enrosques de frascos trayectos presiones ejercidas sobre los párpados
Quiero escribir sobre las distancias
que median y terminan justo donde presumo tus labios y los míos van a estrellarse
Quiero escribir sobre la humedad
decisiva película incolora laxa entumeciendo yemas de dedos surcos cúmulos de extremidades
Quiero escribir sobre la locura
excusa distinción marginada salida de emergencia refugio inconsciente cuando no estado a perpetuidad de mis cóngeneres poetas adjetivo propicio para destinar a almas caóticas e impredecibles
Quiero escribir sobre el suicidio
forma de la claudicación con mayúscula definitiva alternativa épica de los héroes
epígrafe de los valientes románticos sin sombrero
Quiero escribir sobre las mareas
mujeres marítimas con derecho a réplica
Quiero escribir sobre la carne
materia masa contendor supurando debilidades.
Quiero escribir sobre el impulso
ancla, sacudón, atisbo, diván, arnes, rueda de animal.
Quiero escribir de los pétalos
para decir encanto perpetuidad vida seda milagro sea
Quiero escribir de la memoria
atico condena, misterio que envejece, surcándonos un pedazo de intelecto.
Quiero escribir sobre las sombras
contornos perpetuos indomables que transportamos huellas indomables destino amonotonado acusando recibo
Quiero escribir sobre la dignidad
tierra fértil que acompaña cabalgando las virtudes y las fortalezas de los hombres buenos
Quiero escribir sobre el humo
implacable amigo de la niebla elegante aura de las nubes boca de las tormentas y de lo que no perdura
Quiero escribir sobre los silencios
incertidumbre que me habita que desatiendo que lamento que temo mientras muero
Quiero hablar de la ausencia
imán que tironea imbécil ninguneándonos las camas, las tazas y las fechas
Quiero escribir sobre los bosques
esencia indiscutible de los cantos, las gargantas fervorosas y los duendes, brazos que abrazan libertades, cuna de las alas, los bichos y las altas cumbres
Quiero escribir sobre la poesía
porque fuera de ella no tengo destino ni mirada y porque algunas veces pueda como Gelman agarrarla por la cola, hacerle el amor una vez sola y después hincarle las muelas y morderla.

sábado, 24 de julio de 2010

la ley de gravedad



lo grave
es la cuota de raciocinio
que cree
contra todo evidente pronóstico
es el alma idiota
presta a suicidarse
ante cualquier
mampostería
carro de caballos
cascarón de idea rancia
ante cualquier
fonema que empiece con a

lo grave
es ese punto inclinado para adentro
chamuscándose como un kilo de merluza
siempre con la misma determinación
la frente yéndose contra el machimbre


lo grave
es saber por dónde no entrarle al azar
y volver a entrarle
sesudamente por la misma vertiente
con la tripa degollada sangrando


lo grave
es alentar a las rodillas al salto de canguro
y embocar la hilacha en el empedrado húmedo
y
no
gritar


lo grave
es tener un corazón sin domesticar
un corazón como un paragüas dado vuelta
lo grave es tener volcado el corazón
y una razón que no se le da por silbar


lo grave
es andar murmurando
panteón
estaca
estuario
camello
albóndiga

dibujarse la espalda
insistir los dolores
avasallarse los contornos
dejando (te) a vos mismo
solo solo
frente al desconsuelo


lo grave
es la miserable mueca que le recortas a la poesía
los panes y los peces que le atribuís a la modestia


lo grave
es ser un baldío que desmerece
el rodeo en zigzag del cardo ruso


ser una luna endemoniada purgándole al viento norte
los rezagos de su corteza de papel glacé

lo grave es infringir la ley de gravedad.

lunes, 19 de julio de 2010

ceniza de pajarito



Confundiendo los verdes te observo.
Tuerzo mi mejilla mientras, sigilosamente.
Entre una cortina, entre otra.
Allí arrinconado en el rincón.
Piquito su chico.
Pajarito mozo.
De asomos, te reinvento azul.
Que te andas quejando siempre.
Cada día más pequeño.
Que es el aire que viene cargado de tormentas.
Que todo es una misma cosa.
La materia, me dices.
Que ni otoño ni verano.
Ni nieve ni ventanas consigues distinguir.
Que la vida es un tango.
Siempre una nostalgia alumbrando.
Que de romper el aire a puñetazos te has cansado.
¡Qué extraviada anda la gente!
¿Dónde han olvidado sus sombreros?
Que ni los zapatos se miran.
Tan apurada que ni huele.
Abunda lo que desmerece mi vuelo.
Qué desdicha verlo y nisiquiera poder cantarlo.
Pajarito multicolor averiado.
De papel crépe.
Cada vez que mueres
nace una nueva melodía del viento.
Quisquilloso.
Barrigón
Plumero rosa.
Yo te miro.
A secas de sueños estoy
y te posas de un aleteo en mis rezos.

......

martes, 29 de junio de 2010

musita




mi unico recadito
para darte
es este suspiro

que vienen
detrás tuyo
traemelas

si dejaras de mover las astas

la i viene atorada
las oigo
suenan como cascabeles
prendidas de tu cola

y con su perfume
me salpican la nariz

sos una mancha uniforme que proyecta
sombras de nubes desnudas

salta que salta
y vuelve a izarse

sin que te des por aludida
me alzo y te tomo
te contengo con los dedos
apenas perceptible
brillas como una perla

te abro apenas las pestañas
y edifico 
sobre tu contorno
ojalá
una plegaria

no te hagas la distraida

qué
preciosa
sensación
espásmica

te tengo
musita
te tengo
del péndulo
y no te suelto

no vaya a ser cosa que te lleves también este último poema y lo dejes colgado de un extremo del océano.



domingo, 20 de junio de 2010

instinto de supervivencia

miedo si

venís con el 33 bajo el brazo
me arrebatas la piel en un santiamén
me incinerás los ojos de palabras
y después pronuncias amor


miedo si
de marearme como una pluma adentro de tu didjeridu
porque conozco claramente el destino de tu boca y todas sus peripecias
y la propensión de tu espalda a plastificarse en mis sábanas
y después en la noche también le temo a nuestra demencia


miedo si
porque no quiero más canelón
así chinchuda te prevengo
alejate de mi borde en fuga
que es filoso como el hielo
y quema y tiene patas de gorrión
y guarda malas intenciones

yo sé bien que es el desamor


te entrometés
con una lujuria que despeina a los ombligos
y te atribuís el derecho de oir (me)
y de inventariarme cual estampilla coleccionable 
con un método aterradoramente pacato
para sacar a relucir mis puntas desparejas
en medio del sorbo de café con leche


miedo si
de la estrategia de tus labios
y de todo lo que los rodea
miedo de convertirme en los destellos del sol
en una de tus pinturas
y de que me pases por arriba con tinta china
en uno de tus insustanciales arrebatos

miedo de que insinúes mis cejas en tu cuadernillo plegable
miedo de mis pulsiones dañinas
de los calambres de mis muñecas
y de confesártelo mientras todos duermen
miedo de la contracción de mis nalgas 
y de las tuyas


de que hagas mazapán
con el andamiaje de ideas que me sostiene erguida
miedo de que tu mística sea cierta
(ay dios que no lo sea)

de tu carne infalible
de tu libertad libre sobre mi cuerpo
de no soportar más tus dientes
de tu falta de dolor
y de tu olor

(le temo por sobre todas las cosas
al poder innato de tu olor)


de que pronuncies amor

miedo si
de que me urja vomitar
lo que decís que no me escondés
miedo de creerme que sos indivisible
y de beberme este día con vos
ahogado flotando adentro de mi copa
y de arrojar los rojos por la borda
y de apretarte los puños por debajo de la almohada



miedo porque sos un tigre y yo una cabra


tengomiedotengomiedotengomiedotengomiedo
miedo de mi miedo de vos.



 
 

lunes, 7 de junio de 2010

trenes

I


Vulnerable






Hoy este pedazo de ladrillo atado con hilo sisal en la garganta interumpiendo el paso de cualquier cosa que no sea líquido acuoso.


Hoy te extrañé.


Hoy sucedió. Generalmente el mundo se empeña en seguir garabateando muñequitos cuando. El tiempo detuvo mi suerte en esa lágrima que no cayó. Si la lágrima rodaba, se destrolaba todo entero ese mundo playmóvil.


Hoy el mal de amores no tiene remedio.










II


Estrambótica






Las computadoras, los teléfonos, las personas que respiran a medio metro y que no estuvieron anoche cuando sucedió, la información que les oculto bajo estúpidas formalidades, el paragüas que me queda grande, los boletos, las monedas, la ventana del tren, las gotas que caen sin que los ojos de los hombres noten el movimiento cuando se deslizan, si pudieran verlas, agarraditas al vidrio. Los pasos sincronizados. La invencible velocidad de las agujas, las pequeñas maniobras que hago para respirar adentro y hondo mientras paso al lado de los kiosqueros, desoigo vendedores ambulantes, las manos mugrientas y pedazos de pan duro, los cielorazos fastuosos de Constitución, las pantallas por doquier con lucecitas que nadie observa, los puestos de panchos, los andenes, las vías, las puertas sin manijas, los asientos siempre ocupados. Una búsqueda solitaria de sentirme menos sola entre tanta gente de pie que sabe lo que quiere y adonde va.






III


Oscura





Las ganas de morir ahora. Ya. De salirme del mundo con nada puesto. La urgencia de huir corriendo bajo la lluvia, de transpirar hasta caer exhausta debajo de un puesto de revistas, derrotada como un perro callejero. Buenos Aires, la ciudad que hace agua en todos los corazones. Ciudad charco. Ciudad contenedor que no deja de escupir mierda en sus miles cloacas. Ciudad multiestímulo que revienta mis sentidos. Ciudad que destiñe los sueños. Ciudad trampa para la libertad. Buenos Aires soy yo con mis imposibilidades de ser etérea. Un inventario apretado en la mochila. tupperdecomidafloresagendamp3delineadorcepillodedientescarameloscigarrillos. El precio por las esquirlas. Los cordones que me atan a los lugares aborrecibles.






IV


Neurótica










Un día me voy a ir y no le voy a decir nada a nadie. Me dijiste por teléfono. Si vos te vas yo me voy con vos. Te contesté. En esos arrebatos tuyos desconozco mis prioridades. Me pierdo en el camino hacia algo. Me distraigo. Todo lo que vivís me conduce a estrellarme de cara con mis dudas. Es caprichoso el azar. Y yo sigo en el descanso de la escalera sin dar el paso que me conduce a. En esa hamaca tejiendo con agujas que son tansas transparentes que jamás tocan mis dedos. Una sustancia se resbala como dulce de membrillo sobre el pocillo. Y es mi vida. Como en una calesita el paisaje gira alrededor de mis ojos. Rebeliones que nadie llora. Resignación. Los sueños se suicidan al filo de un andén. Y el sol entibia. Y me bebe. Jamás podría ayunar amarillo. Me despego el mundo de la ropa. Estación tras estación. Formar parte de esta cosa llamada mundo lastima tanto que. Junto hojas, las escribo. Escribir me sirve. Se lo digo a un transeute. Escribir me sirve, ¿sabés?. Me invento que soy poeta. Para justificar que estoy loca y aún así exijo una explicación.

miércoles, 2 de junio de 2010

el misterio es una luz que cuelga vestida de mañana







como si uno no fuera a saber cada día
el propósito mismísimo de nombrarse
como si no fuera responsable uno de
mirar desviar guarecer amar sembrar
pronunciar por ejemplo simplemente 
buen día al vecino de alma desconocida
pronunciarlo con la boca bien puesta
 y las botas bien puestas
elegir aguardar una respuesta
meter el pie adentro de un ovillo de lana
y cantar una canción desentonada
tocar ese preciso posible entre infinitos posibles
y no otro
ese preciso
(o necesito)
o
ese posible
(o probable)
justificar un argumento que se  d e m o  r a
un sentido secreto que se teje
o no se teje
vaya uno a intuir
cuando el poder lo tiene el otro
como si fuera o no a saber uno cada día
qué clase de ternura lo aguarda en la puerta
si la de la miseria de los que todavía no entiendo por qué eligen
o la de la petulancia de los que todavía no entiendo cómo se atreven
porque ternura abunda dondesequiera
qué clase de excusa para desoir una gota de rocío deslizándose
o la lluvia en su más preciosa cadencia

(cuán ingrato puede uno llegar a ser con la lluvia)

qué clase de encanto habita la evasión de un comentario
por qué hacer a un costado la nitidez del deseo
qué clase de estupidez creer que venimos para trascender
como fuera si saber o no uno cada día
cada día
que ahora
la germinación de las ideas
el alma en su más completa anulación
el rugir de los objetos
el acople de las ganas

lo que haces
para no pensar
en hacer
para no hacer
lo que pensas

pero mañana ¿qué?
mañana este poema se arrojará a correr por la escalera
(que es lo mejor que saben hacer los poemas)

y la conciencia de ser
seguirá siendo una zanja abierta
revuelta de sesos papeles caracteres tallos naves hoteles fotos que se repiten 

como si uno fuera cada día a saber
como si saber
fuera uno cada día
como si uno fuera uno

solo
solamente
uno

y siempre
eligiera
saber.

miércoles, 19 de mayo de 2010

literal

Negarle la virtud a la palabra
despreciarla con la mirada en el vértice de una baldosa
ponerse de cuclillas frente a la palabra 
acurrucarse debajo de la sombra de la palabra
espolvorear todos los muebles con palabras
tragar palabras con un precipitado dejo de desidia
descalza y vestida con la funda del almohadón
decirse humano para justificar la palabra
diseñar con las palabras medias de algodón
y clasificarlas por tamaño y color
mezlcar las palabras hasta formar una plasticola
y destrozar las palabras hasta que sean puré de tomate 
morder la pelusa de la palabra con violencia
atravesar ese filito que te aleja de la palabra
hundirse las palabras bien adentro de la carne
disputarle a la palabra tres cuartas partes de su existencia
jugar al solitario con las palabras
robarle las cartas
ganarle por goleada
ahorcar palabras con las tiras de tu sandalia
establecer pactos duraderos con las palabras
correr precipicios para alcanzar las palabras
desatender las palabras como si fueran tus uñas
agradecer las bondades de las palabras
atar palabras transpiradas con palabras mojadas
encogerse sobre la textura sutil y verdosa de las palabras
dibujada sobre una tela yacer
y asumir el destino inmodificable
de ser acaso solo una palabra.

lunes, 17 de mayo de 2010

tu esquela mejor, práctico




Qué hago con este arrebato primitivo de trizar tragar pellizcar de romper el cielo a mordiscones de ahogarme en la densidad de tu sangre que hago con la distancia que separa mi cuerpo del verbo con las letras con lo tuyo en el placard con lo que aún no llovió con los estornudos con las gotas con los entierros con el ruido del cañón que hago con el frío tatuando mi carne con la rutina surcando este pedazo de insomnio mal parido con el sudor con las migas del pan asqueando las sábanas con la piel marrón agujereada por el llanto de mañana que hago con los puentes que olvido saltar con las manos atadas a un extremo del corazón con las vértebras sosteniendo la indecisión de astillarse que hago con la música que supura mis uñas y cómo hago para hacerla callar que hago con las ganas de transmutar en un helecho con el ansia infame de nadar sumergida en tu ombligo que hago con las ganas de habitarte los pómulos como a un pañuelo de amarrarte a mis lóbulos de rasgar el lazo de tu corbata sin intermitencias que hago con el olor a nicotina con los escombros del pasado con las patas de los gorriones sobre la ventana con la pelusa de los zapatos con la reminiscencia de tu abrazo de papel de calcar que hago con la terrible posibilidad de no dejar nunca nunca de imaginar que puedo matar
si sabés decime
que
hago
con
estas
ganas
de
matar
que
hago
con
estas
ganas
de 
matar.

domingo, 16 de mayo de 2010

mariposa encantada




Cuando le abrieron las alas encontraron


un circo tallado en papel de calcar
cien soldaditos que nunca habían perdido una batalla
treinta y dos caballitos con sus belfos plateados
un hada y un duende que se besaban incansablemente
nueve cofres de los que emanaban vapores perfumados
setenta y ocho llaves que habían extraviado sus candados
cuatro muñecas con cabellos de angeles
un anillo de piedras preciosas flotando sobre un océano de aguas tropicales
sesenta castillos de plastilina roja derritiéndose uno sobre otro
un poeta que lloraba sobre sus poemas malditos
diez mártires de revoluciones que no habían prosperado
dos mil cien escudos oxidados de cartón
cinco varitas mágicas zurciendo chalecos de lana
nueve teteras de porcelana en miniatura
quinientas tres embarcaciones que habían extraviado sus rumbos admirando sus mástiles
seis coronas despellejadas de vanidades
setenta y cuatro hamacas menenadose sobre los rayos del sol
dos plegarias censuradas por la indiferencia de los árboles
siete enanos espantados por una ristra de ajos
un palacio construido sobre la baba de un caracol
nueve banderines de taxis libres
cuatroscientas trompetas sacudidas de vientos silenciosos
tres carruajes recorriendo laberintos maniáticos de cartulina
un paragüas que guardaba hortensias marchitas
una marcha entonada por un duque obeso
la ignorancia de las tormentas que no iba a poder atesorar
y un pedazo de cielo gris apretado en las pestañas
y un centilitro de rocío
que de espeso a líquido transmutaba
y en el agua hallaba
su modo finito de perdurar.


martes, 11 de mayo de 2010

definitiva





Me salgo de mi
dejo la falda a lunares
extendida sobre el suelo
y me salgo.
Sin escándalos
como casi siempre
encaprichada
sin decírmelo.
Voy al recibimiento de aquello que me falta
sin rodeos ni falsos argumentos.
Ahora soy algo
que ya no flota adentro de ningún sostén.
Me salgo porque
apretujada con esta funda llevo veintinueve años
encontrando razones que desmerezco.
Elijo este sonido y no otro:
el sonido de un aplauso.
Voy directo a él
atravieso su contorno
es acaso un fantasma
que no se previene.
Este camino me lleva
a entrometerme imprudente
en los espacios negados
de su absurda timidez.
Lejos de las simetrías de mis huesos
del perfil imperfecto de mi abdómen
del péndulo que me dirigía
a estrolarme abnegadamente
contra el displacer.
Lejos de la sangre.
Permanezco en el miedo
pero no me asusto.
Me salgo de mi misma
porque en los intersticios de mis fronteras
no hay siquiera privilegios.
Soy una intrusa en mi exclusiva jurisdicción
una extranjera
migrando de cielo en cielo
mutando el plumaje de mis alas
para no pasar desapercibida
ante mis repetidos gestos.
Me salgo a cumplir una misión
descabellada
despistada
desvestida.
Dejo mi modesto equipaje:
cinco lunares en el brazo izquierdo
un par de dos fosas nasales
tres arrugas profundas en la frente
y una falda a lunares.
Dejo todo mi patrimonio
a disposición de los arbustos
para vivir
sublime y armoniosa
fuera de mi.

microgotas de ácido se confiesan sobre el cuerpo de una mujer sin cabeza

ser una mujer es casi siempre inevitablemente
una condición
de urgencia.

y acá conviene dejar un espacio




de nuevo para que se entienda
he dicho que
ser mujer es casi siempre inevitablemente
una condición
de urgencia.



y por más que te rebeles no vas a dejar de ser
una concreta vagina dominada por conductos nerviosos
y tus deslices, voces y dobleces
esa tropilla de enanos
disputádose el reinado de la psiquis


esa mujer que cuando no lee pinta y cuando no pinta cose y cuando no cose actúa y cuando no actúa escribe y cuando no escribe posa y todo para sublimar


y de vez en cuando se compra un termo un par de zapatitos fervorosos dos paltas y un par de aros
se toma un trago de aire por la nariz
(que no necesariamente implica respirar)
y al tiempo algo le recuerda que tiene un diafragma
como un puf
y se desinfla
y se precipita y cae por su propio peso
y despotrica
y se esmera
y palpa su adultez
y se desnuda
y resuelve
una vez más desnudarse



(negándole a la conciencia el goce de desnudarse para otros)



a las actrices las tocan
y las lastiman
y las empapan con coca cola
y les acarician el pelo
y les rompen las medias
y las escupen
y las miran de abajo a arriba
y les piden que sean intensas
pero que no griten
y que no se repitan


suspendo

dejo un último espacio


porque estas líneas conviene leerlas con de te ni mien to



(el miocardio)

las manos huyen

persuadidas

imperiosas

se suicidan de los brazos

y como dardos

corren

al abordaje de la arena

el sacro se divorcia del coxis

y en esa liberación

protesta una verdad



yo soy lo que soy
(algunos días como hoy me arde llevarme puesta)
y así desquicidada
solo preciso
de vos y de mí
(en exacta medida)
un poco de amor.

falta de apetito

no sin antes decirle:


no quiero ser
un barco que nunca encuentra una isla para descansar
no me apetece esperarle
ni sentirme como la hoja de un árbol que sabe que va a caer
no me apetece la letra chica del contrato en negrita y con mayúsculas
no me apetece el pétalo pegado con cinta adhesiva en la garganta
ni estos dedos amarillos que latigan contra las teclas
ni la ausencia toda amamantando mi estómago de semillas
ni los fragmentos inconclusos que le oculto brillando la transaparencia del aire
no me apetecen sus pájaros de papel
(hace tiempo quería decírselo)
ni la manera en que pronuncia la ese
no me apetece en lo más remoto que atraviese el marco de mi puerta con esa cara de búho sin gestos en los ojos
no me apetecen mis hombros con olor a humedad que lo miran y no lo cortejan
no me apetece que mastique mis mentiras
con ese aire de caballero medieval
no me apetece mi lengua
que mientras lo niega se ahoga en un charco de vinagre salitroso y amarillento
no me apetece esta tristeza de imitación coreana
por eso se la escribo
para que no me ensucie las próximas tres horas del futuro
se la escribo
también, sépalo
porque huele a carne cruda
sí, usted también huele a carne cruda
(eso está de más pero viene al caso)
no me apetece esa manzana que dejó amarronándose contra el césped
no me apetece mi pelo secando su rabia al sol
le exijo tenga a bien regresarme al bosque de mi soledad
déjeme en diagonal a la aurora
ahí nomás
al lado de los pinceles
con una pierna cruzada debajo de la otra
si es la derecha la que está abajo
procure que no se acalambre la izquierda
quiero que me devuelva los susurros
mañana a las diez y cuarto
cuando ya no los quiera
favor de de volveme volveme de
ningún verso mío en usted
nada
de nada
ni una cicatriz
ningún centímetro de mi arquitectura le pertenece
todas las parras que vimos de la mano
perecerán
cuando termine de escribirle esta nota
no quiero su sentido de la liviandad
mofándose en los azulejos mi cocina
no quiero levantar esas esculturas de barro
que me imagino mientras bastardea el lenguaje de las palabras
no necesito su huella en mi mate
entre el tiempo de antes sin usted
y este tiempo con usted
fíjese
he extraviado la noción del punto y aparte
nada de su legado reconozco
nada que precise
en el alma
ser inventariado.
Ahora sí,
tome su plumaje
abra el grifo
y váyase nadando
y por favor
sea prudente
y no vuelva.

vómito de dragones

No me dejás alternativa / me cercás / hago la mueca fruncida / o la mueca me frunce a mi / llaga quema detrás de molar derecho / inmediatamente ojeada / a la madera del banquito / tomo prestado cierto desdén minúsculo / de la corteza cuajada / y agarro cualquier objeto / próximo a mi alcance / llavetenedorpapelcorcho / absorta, los golpeo / me voy a dar la vuelta del perro / y me encuentro con el quijote / dejá de hacerte la payasa / me decís / conozco tus personajitos / (diminutivo igual tono despectivo) / mirame / mirame / si te miro naufragamos / ellos y yo / dejame salvarlos / ilusa / sacate los auriculares / como si el cuerpo pudiera mentir / no tires de la soga / que se ahorcan / no soy hábil con los nudos / gozás / dale nena / apurás/ que tengo sal en las manos / te digo /sal del desierto de gobi / estás inventando / otra vez / que no / que hay dragones acá / los ves? / y las llamas / me asfixian / blasfemias / tus ojos me boxean / acto reflejo / los esquivo / igual sangro / sangro de verdad / ay sino te quisiera!/ levanto la primera carta / un dragón se suicida / me pongo colorada / pésimo inicio / estoy desorientada / (como siempre) / voy directo al aplazo / maldito / te reís / seis años menos / nueve pelos en el torso / y ni un sólo dragón podés salvar / que vergüenza / lucho / como puedo / tengo la lengua en la punta del dedo / sus cueros arden / cavo mi propia fosa / me los meto así patas para arriba / todos juntos / con todas las escamas cubiertas de piel / los galopo / dragones blancos / violáceos / morenos / de miga de pan / soy un domador / sin norte / ni sur / y olé / ¿ves? / que a mi corazón meneao / le ha crecido un dragón con cuerno.

justicia por cuenta propia





Quiero el amor que me corresponde
el que merezco
el que me espera
lo quiero todo junto y ahora
debajo de esta luna.
Que las lánguidas raíces que regué
sean campos frondosos y eternos
que se hagan ceniza
las soledades en todas sus fotos y letras
y sean llanura los surcos profundos de mis domingos.
Mañana pueden mis litros de sangre rebalsar un vaso
mis nervios confundirse con cables de alta tensión
mi razón ser una alfombra de rosales secos
mis dedos transformarse en las puntas de una tijera oxidada
sin poder tajearle al tiempo ni la caperuza de sus horas.
Quiero toda la paz que se me estuvo negando
en nombre de la justicia y del hombre
no en dosis alucinógenas ni en efímeros trances
la quiero toda junta
visible
concreta
atravesando mi sien
ahora.
No tengo más suspiros
ni proclamas ni lamentos
siquiera para dedicarle
al viento ni a la negrura de la noche.
Quiero eso que se me niega
en nombre del futuro
lo que atenta contra el desgano
porque es mío
me pertenece
y soy una nada
de una nada
que nada
y nada
y nada
sin hallar jamás
la perspectiva del monte
ni de la orilla del río.

por venir

he dicho
no dedicarle a ese pedazo de cemento
ni una miserable partícula acuosa


he dicho
avanzar
con el mentón hacia las nubes y no volverme hacia atrás


nunca pero
nunca más

he dicho
no al juzga
(miento)
no al desplaza
(miento)
no al reitera
(miento)



he dicho
dar dos vueltas de llave y nada entreabierto
beber un sorbo apenas
y
desinflar
               desinflar
                             desinflar
                                           desinflar

poner punto y a parte
y después crear
una nueva letra
de un alfabeto distinguido y propio
(con mayúscula imprenta)
darle cabida
al vecino desconocido
a esa sutil marca de horizonte que se empecina
todavía en la mañana
a esa palpable energía que desde la tierra nace
para ser moldeada a tu parecer
confiar y arremeter
(desde la cintura para abajo)
que es por donde mejor se deja
el porvenir que se avecina.

y las alas






No se trata de emborracharse de aire con un bostezo
ni de empañar la yema para mojar el vidrio





acribillar las bandadas de palomas que no asomaron de tu boca para salvar al mundo del pánico y la sordera


salir desnuda y mutar en un macizo pedazo de hielo
(para poder decir libertad)nada

ninguna cosa que haya volado puede morir en soledad


no se trata de fingir que mañana tendremos la cáscara ni la semilla ni menos aún el cristal

en la electricidad del aire, el motor de las cosas
ahí
urge reparar


que detrás de las sombras hay tanta belleza moviéndose
a veces imposible de soportar

que el amor es ahora esto que rebana entre el músculo y la dorsal


no se trata del sexo extendido como el pétalo de una flor
(ni del rocío rebalsando de mi ombligo negándose e perecer)


no se trata de las figuras que la sal esparce sobre tu sábana en las tardes de verano
(nisiquiera de la prohibición de la sal)



no se trata de la astucia de los relojes ni de merecer (te) ni de abortar
(quizás no haya una metáfora)


no se trata de ahogar uno a uno los silencios para no doler


no se trata de reflexionar en la terrible acción de soltar




pido de todo un poco
pero de tus dientes en mis senos
la verdad


tu tacto en mi carne
siempre
y que siempre
sea el único condicional posible
de la temporalidad

 
que eternamente seremos aprendices de horizontes
ignotos viajeros
lúcidos amantes
del mar



se trata sí
de salir a la calle a prepotear a los semáforos con el grito y a implorar por las alas
y las alas
y las alas.



nada
ninguna cosa que haya volado
puede
morir
en
soledad.